Oh! Gesell precioso Gesell.

Tu que llenas en mi todo lo que me falta, espero largos meses para verte y cuando lo hago el tiempo se escurre como los puntos positivos de Racing en su historial.

Tu que te necesito para poder sentirme en un mejor lugar, realmente vivo cuando estoy con vos y lamento tanto la distancia que entre, nosotros dos, se impone como Cordillera de los Andes entre Argentina y chile.

Tu que te apareces en sueños, turbándolos y generando sensaciones de bienestar para que siga en paz entre mis sábanas de barata de Disco.

Tu que sos hombre digno de comunidad, que merece mucho más de lo que puedo darte (sólo esporádicamente) te quedas con lo que te llena y no con lo que te rebalsa.

Oh! Gesell precioso Gesell. Espero que este año alejado de vos sea ameno y que cuando llegue sea eterno.


Ésta carta fue escrita por María Ester Galidez de García, enamorada de Carlos Gesell, que en una noche decidió mostrarle al buen hombre sus sentimientos al desnudo. Lamentablemente María Ester Galidez de García se enteró que Don Carlos estaba casado, pese a que su carta fue leída y respondida (documento no válido e n este momento) cambió a lo que hoy es un paraíso en la costa atlántica por el archienemigo: Pinamar. Todos los veranos se puede observar a la familia Galindez de García como toma Champagne en la carpa 43 del balneario "Pinamar la rompe, el resto es grasa"